Estar frente a la amenaza de la muerte hace que el ser humano sea más sincero sobre lo que realmente piensa, sobre lo que le importa, su Ética, sus Prioridades, pero ante todo, es una representación de su inteligencia.
Y ahora que vemos el pánico soltarse eventualmente, en los centros comerciales, en las redes sociales, es momento de analizar la fenomenología del pánico, para empezar no es único ni se presenta en todas partes, así por ejemplo las Bolsas de Valores son unas viejas histéricas, que se desmayan porque paso una mosca, y merecen ser ignoradas; pero ver personas comprar y acaparar en pánico viveres, artículos de limpieza y papel de baño, me lleva a pensar que van a necesitar mucho del último, porque su cerebro esta lleno de mierda, esta es mi segunda epidemia y se que lo mejor para ellas, es estar preparado siempre, el modelo matemático SIR establece que el riesgo de contagio es permanente, mas con los vuelos internacionales, una buena dotación de comida enlatada es la mejor enseñanza que me dejo el H1N1.
Este es un conocimiento aprendido, ¿entonces porque mis compatriotas entran en pánico?, porque no aprendierón nada, simplemente el conocimiento es poder, y quien no lo tiene, hará cosas tontas, como ir a conciertos o manifestaciones cuando ya hay una alerta mundial, no me gusta mucho Darwin, aunque tiene razón en casi todo lo que dice, la supervivencia del más apto, y la mayor aptitud es la inteligencia, mientras que mis vecinos piensan que son vacaciones y salen con sus hijos a todas partes, yo me mantengo en casa, porque conozco el riesgo.
En los centros comerciales se puede aprender mucho al ver los carritos de supermercado de los demás, algúnos repletos de viveres, otros de cervezas, obviamente ya se como piensan pasarse el encierro; en muy pocos casos, una persona, en la mayoría, la familia al completo, con niños y ancianos, como cualquier día, en general en la calle pareciera que son vacaciones, ¿realmente la especie merece el nombre de sapiens?.
Parece que muchos no se han tomado muy en serio la Epidemia, es una cosa lejana que no importa, una percepción que su limitada inteligencia no comprende, y son como los macacos: lo que no ven, no existe, ¿una falla completa de nuestro sistema educativo?, tal vez, en realidad creo que las actuales generaciones de mexicanos han carecido de una formación sólida, muchos son analfabetas funcionales, pero también se ha derrumbado la educación informal, esa que se recibe en casa, padres ausentes, abuelos consentidores, derechos humanos mal entendidos, etc.
Y ante tal falta de Educación, regresan los instintos, la brutalidad, las respuestas egoístas e insensatas, estoy seguro de que muchos de ellos jamas se han topado con las nociones de Templanza, Fortaleza, Prudencia o Valentía, no tienen una Ética que los guíe, y ante la muerte, su única reacción será la de un animal, el Pánico.
Sin Ética, la adversidad parece más fuerte de lo que es y el individuo se ve reducido a un comportamiento bestial e infrahumano.
Es justo en los momentos más graves de la vida, que es cuando más hace falta el comportamiento Ético.